Culpas en 3ª persona vs. en 1ª persona

¡Jaime! Tenemos que ver qué pasa porque llevo 3 meses entrenando y no he bajado peso…

¡Jaime! Yo no veo que esté mejorando mucho…

¡Jaime! Mi % de grasa está igual o casi hasta ha subido un poco…

Ejemplos de casi cada día. Son cosas que nos decís a los entrenadores constantemente. Vaya por delante que, por supuesto, cometemos errores y quizás a veces no conseguimos entender vuestras necesidades. 

Pero cuando charlo con otros compañeros de profesión se repiten más o menos igual las mismas cosas. Y es que creo, sinceramente, que es más útil hacer una crítica y autorreflexión en 1ª persona, que hacer lo mismo, pero en 3ª persona. Quiero decir, que la mayoría de las veces la respuesta, el por qué, está en nosotros mismos, y flaco favor nos hacemos si buscamos culpables siempre hacia fuera, en 3ª persona, siempre son “otros”.

  • Quizás no estoy cumpliendo con el plan de alimentación.
  • Quizás no voy todos los días que me pide mi entrenador que vaya al gym.
  • Quizás cancelo una de cada 3 sesiones.
  • Quizás cuando entreno no lo hago con toda la intensidad. 
  • Quizás no llevo a cabo todo lo que los profesionales me dicen que haga. 

Y estos 5 ejemplos, son los casos más habituales donde fallamos. Y fallamos nosotros mismos, como individuos. Fallamos a nuestro propio compromiso. Y eso supone no conseguir lo que queremos, pero porque no ponemos todo de nuestra parte, no porque otros “hagan mal” su trabajo.

Son los tiempos que corren. Las redes sociales han aumentado este hecho. La mala interpretación de determinadas teorías psicológicas y, sobre todo, su aplicación práctica, nos lleva a plantearnos que todos los problemas están fuera de nosotros.

Y lo siento mucho, de verdad, pero es que no es así. Gran cantidad de las cosas que no conseguimos es porque nosotros mismos no ponemos en juego todas las armas de que disponemos.

¡Ojo! No hablo de meritocracia ni me apetece meterme en polémicas ideológicas y políticas absurdas. Hablo de la predisposición mental que cada uno pone a las actividades e intereses que tiene o quiere llevar a cabo.

Yo no puedo levantar la pesa por ti. Bueno, sí puedo. Pero el que mejorará será mi brazo, no el tuyo. No puedo pasarte por Air Drop las adaptaciones fisiológicas. Yo puedo cenar siempre una crema de verduras, pero no puedo hacer que sus propiedades saludables se te envíen por WeTransfer a tu organismo.

Así que, ¡ESPABILA! Sí, es agresivo, soy poco sutil a veces. Pero es que parece que no nos enteramos. Como ya me habrás escuchado o leído en otras ocasiones, no es una opinión, es ciencia. La ciencia nos habla de esa falacia interna, de ese proceso mental por el cual vamos a tender a buscar los problemas “fuera de casa”, en vez de ventilar la alcoba y poner las cosas en su sitio. 

Me gustaría recomendarte una herramienta que hace no mucho he incluido en mi vida. Se llama “diario Chowa”. Está diseñado por Alberto Álvarez y su equipo. Es un diario que parte de la filosofía Chowa, como el propio nombre del diario, y que tiene su origen en la cultura asiática.

Mediante la escritura diaria y la reflexión interna, procura buscar esa armonía, ese autoconocimiento que nos puede llevar a conocernos de verdad y aceptar lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Pero siempre partiendo de la base de que el foco, siempre, y repito, siempre, está en PRIMERA PERSONA. 

Entrenar con intensidad, las horas suficientes, llevar una correcta alimentación, descansar bien, acudir al psicólogo si emocionalmente me encuentro mal, y constancia, constancia, constancia. Con un toque de paciencia se produce la magia: ¡LOS RESULTADOS APARECEN!