¡Jaime! Tenemos que ver qué pasa porque llevo 3 meses entrenando y no he bajado peso…
¡Jaime! Yo no veo que esté mejorando mucho…
¡Jaime! Mi % de grasa está igual o casi hasta ha subido un poco…
Ejemplos de casi cada día. Son cosas que nos decís a los entrenadores constantemente. Vaya por delante que, por supuesto, cometemos errores y quizás a veces no conseguimos entender vuestras necesidades.
Pero cuando charlo con otros compañeros de profesión se repiten más o menos igual las mismas cosas. Y es que creo, sinceramente, que es más útil hacer una crítica y autorreflexión en 1ª persona, que hacer lo mismo, pero en 3ª persona. Quiero decir, que la mayoría de las veces la respuesta, el por qué, está en nosotros mismos, y flaco favor nos hacemos si buscamos culpables siempre hacia fuera, en 3ª persona, siempre son “otros”.
Quizás no estoy cumpliendo con el plan de alimentación.
Quizás no voy todos los días que me pide mi entrenador que vaya al gym.
Quizás cancelo una de cada 3 sesiones.
Quizás cuando entreno no lo hago con toda la intensidad.
Quizás no llevo a cabo todo lo que los profesionales me dicen que haga.
Y estos 5 ejemplos, son los casos más habituales donde fallamos. Y fallamos nosotros mismos, como individuos. Fallamos a nuestro propio compromiso. Y eso supone no conseguir lo que queremos, pero porque no ponemos todo de nuestra parte, no porque otros “hagan mal” su trabajo.
Entrenar con intensidad, las horas suficientes, llevar una correcta alimentación, descansar bien, acudir al psicólogo si emocionalmente me encuentro mal, y constancia, constancia, constancia. Con un toque de paciencia se produce la magia: ¡LOS RESULTADOS APARECEN!
Un ejemplo, algo real que sucede mucho. El famoso: ¿entonces los findes ya no me puedo tomar una copa?
¿Quién no ha dicho esta expresión? “¿Ahora que estoy a tope con el ejercicio y la alimentación, ya no me puedo tomar algo el finde? ¿O no puedo irme de cena?”
¡Vayamos por partes… claro que puedes! El camino más rápido al fracaso es ser totalmente inflexible. Eso no funciona. Comprobado. Os lo digo yo que cada día tengo un ejemplo de ello. Funciona mejor “darnos cancha”, no ser extremadamente estrictos, y permitirnos disfrutar sin culpabilidades cuando corresponda. Olvida los blancos y negros.
Ahora bien… definamos el concepto “finde”. Si por finde hablamos de: viernes noche; sábado medio día, sábado noche, domingo medio día, domingo noche… igual nos estamos pasando, si es que en todas ellas incluimos alcohol, comida ultraprocesada etc.
Seamos un poco autoconscientes de lo que hacemos, y visualicemos si lo que queremos está alineado con lo que hago para conseguirlo.
Yo por mi parte, pienso seguir tomándome una cerveza el sábado por la noche si me apetece, o una pizza, pero sé que eso es una cosa, y que realizar 5 comidas principales a la semana a base de alcohol, comida ultraprocesada y rica en grasas saturadas y sal, juega en contra de mi salud y mis objetivos de bienestar.
¡Disfruta de la vida y sé consciente! ¡No hay mayor placer que disfrutar sin culpabilidad de las cosas agradables que nos ofrece la vida y estar sano!
Y busquemos en nosotros mismos de dónde proviene el “problema”. A veces, tan solo la autorreflexión es la solución.
Aquí nos tienes para ayudarte.
Yo te acompaño en tu camino.
Un abrazo
